El insomnio es el principal problema por el que pasa una de cada tres personas que sufre algún tipo de trastorno de sueño en España. Según los datos de la Organización Sleep Observatory, el problema afecta a entre un 20% y un 30% de los españoles. Pero en Euclinic hemos rescatado una técnica que se describe en el libro de 1981 Relax and Win: Championship Performance, de Lloyd Bud Winter. El autor es un reconocido entrenador de atletismo que ha preparado a numerosos deportistas olímpicos. Según el texto, la escuela de pilotos del Ejército de EE UU desarrolló esta técnica para poder descansar de día o de noche y un 96% de los pilotos consiguieron dormirse con ella después de 6 semanas de práctica. Para quien conciliar el sueño sea difícil, suena demasiado bueno para ser verdad… y solo hay una manera de comprobar si funciona: probar a seguir estos seis pasos:

1. Lo primero es sentarnos en el borde de la cama. La única luz que puede estar encendida es la de la mesilla de noche y el móvil debe estar en silencio para así evitar distracciones innecesarias. Es más si se puede apartar de nuestro lado, mejor.

2. Después toca hacer unos ejercicios para relajar los músculos faciales. Tenemos que imitar una sonrisa, estirarnos de las mejillas, estirarnos la frente hacia ambos lados (como cuando te secas el sudor pero con las dos manos a la vez), estirar el cuello hacia los dos lados, estirarnos la piel del cuello hacia abajo, posar la barbilla sobre la mano de un brazo y este sobre el otro brazo y apretamos la barbilla hacia abajo, Poner los labios como si fuésemos a dar un beso, estirarnos la piel del rostro hacia atrás, poner los labios al «estilo pez», llenar las mejillas de aire, estirarnos los párpados inferiores, estirarnos los párpados superiores, levantar las cejas (imitamos la cara de sorpresa), y por último dejamos descansar los músculos.

3. Cuando sintamos la cara como si se hubiera desinflado, relajaremos nuestros hombros y brazos, como si algo tirase de ellos hacia abajo.

4. Mientras tanto, debemos respirar profundamente y concentrarnos en escuchar el sonido del aire cuando inspiramos y espiramos. Empezamos a relajar los músculos de nuestras piernas de la misma forma que los brazos hasta habernos tumbado por completo.

5. La idea es lograr que todo el cuerpo se encuentre relajado. Una vez conseguido, pondremos nuestra mente en blanco durante unos 10 segundos. Hay que dejar pasar cualquier pensamiento que venga a la cabeza sin darle vueltas.

6. El último paso consiste en imaginarnos en una de estas dos situaciones. La primera es estar tumbados dentro de una canoa, en un lago y mirando el azul del cielo. La segunda, en una hamaca que se mece lentamente.

Si con estos 6 pasos, tras semanas de entrenamiento no lográis dormir de manera fácil, cuéntanoslo y así podemos buscar más maneras de ayudaros, aunque esperamos que os funcione a la primera.